4 ene 2010

Barras de Bar

Regalo del señor Daniel Ligero Martín, gran colega y una amigo en toda regla (que auqnue apenas lo veo ya m acuerdo mucho de él y se merece un gran hueco aquí en El Sindrome de Peter Pan.

Sin más presentaciones ni alagos a este genio "por pulir" (xDDD) os dejo con

BARRAS DE BAR.

Es raro, pero en la plenitud de nuestra juventud, creo que pasamos mas horas en un bar que durmiendo.Es más, creo que pasamos mas horas en un bar que en nuestra propia casa. Y es increible la de cosas que se pueden hacer allí, la de conversaciones que se tienen, su origen y contenido, e incluso las criticas al mundo.

No, no hablo solo de esas discotecas, es mas ahí la conversación mas frecuente suele ser: "¿Vamos a mi casa?" y la otra persona responde: "Sí,pero rápido que tengo prisa, quedé con mi novio a las 6."

No. Hablo de cuando vas con tus colegas a tomar unas birritas, te sientas en una mesa en la que ni siquiera cabriais todos, pero se hace hueco, y sin discurs previo, sin tenerlo preparado te sale ese gran comentario. Un ingenioso comentario, que tal vez venga de algo que viste en el televisor situado a una altura lo suficientemente alta como para joderte el cuello si miras mas de tres minutos seguidos. Ese comentario, que en principio puede ser de dudosa trascendencia, y que puede ser de origen filosófico, puede ser uno tal como: "¿Habeis visto la pedazo de ostia que le han metido a Berlusconi?" seguido de las risas correspondientes. Y a partir de ahí se crea el debate, que si sí, que si no, que si era una réplica de la catedral de Milán, que si parecía una goma de borrar de Milan, que si era la Torre de Pizza entera, etc.

Y sin saber cómo, si es siguiendo los deseos mas irrefrenables o por la colocación de los planetas y demás astros celestes, se acaba hablando de sexo. Algo parecido a: "Oye Alex, ¿dices que has probado todas las posturas?" y lógicamente él contesta: " Sí... arriba y también... abajo." Otro nuevo debate surge, y así podría tirarse la noche entera. De hecho, a veces pasa, que sales del bar y una bombilla pega demasiado fuerte en tu cara como para abrir los ojos. No, no son las luces, es el Sol, que ha salido ya.

MORALEJA: No menosprecieis las conversaciones de bares. Son las que mas trascendencia llevan en su interior, las mas veraces y críticas, las más filosóficas incluso las más idóneas en tiempos difíciles. Por eso os animo a salir y tener una de estas. Bueno, ¿a qué hora quedamos?

.Dani Ligero.


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