Quien pudiera
Quien pudiera ser
requiebro de una voz
que se revuelve en el fango,
que ansía ser algo,
y no mirada impasible,
declaración de amor musitada
al oído del que como yo,
no quiere ser nada,
si acaso, relente de luna ó
piedra alada,
pero hoy no,
hoy no quiero ser nada.
Quien pudiera ser
requiebro de una voz
que se revuelve en el fango,
que ansía ser algo,
y no mirada impasible,
declaración de amor musitada
al oído del que como yo,
no quiere ser nada,
si acaso, relente de luna ó
piedra alada,
pero hoy no,
hoy no quiero ser nada.
Mis secretos
Los secretos que yo conozco
gritan a voces,
son secretos
que puedes oír aún estando sordo,
secretos plasmados en mi semblante,
de día y noche y viceversa,
de pequeñas heridas,
de grandes cicatrices,
son puntos y comas de
mi pequeña historia,
de una vida, la mía,
que cobra sentido al cruzarse
con otra vida, la tuya,
son secretos imperceptibles
al oído del vulgar,
del cotidiano,
pero perfectamente escuchables
al abrigo de los bares,
de las melodías tristes,
de noches de luna y sin luna,
de los ojos verdes que
tan bien conozco,
de los caminos que anduve,
pero cuidado, no los grites,
nadie te entenderá,
son como la locura,
todos la ven, la oyen,
pero nadie la entiende,
son mis secretos,
al fin y al cabo.
Colección: Ruidografías