"Me daba tanta vergüenza ir a una clínica normal a discutir mis problemas sexuales que estaba dispuesto a cualquier cosa", comenta en declaraciones recogidas por el diario británico The Sun. De hecho, tan desesperado estaba que cuando aquel curandero le dijo que intentara tener sexo con un erizo para solucionar su problema obedeció sin rechistar.
Los médicos no daban crédito a lo que veían: tuvieron que intervenirle quirúrgicamente porque su pene estaba totalmente destrozado. "Hemos realizado operaciones similares en otras ocasiones, pero sólo con pacientes que habían sufrido accidentes: nunca habíamos visto algo así, y dudo que lo volvamos a ver", dijo uno de los doctores.
El erizo está bien
El animal está aparentemente en perfecto estado; el único perjudicado del encuentro fue el paciente humano.
Fuente: 20minutos.es