Homofobia no es un término estrictamente psiquiátrico. Se calcula que cada dos días una persona homosexual es asesinada en el mundo debido a actos violentos vinculados a la homofobia. Amnistía Internacional denuncia que más de 70 países persiguen aún a los homosexuales y ocho los condenan a muerte.
Existe cierto relativismo sobre lo que abarca el concepto de homofobia. Así por
ejemplo, los que rechazan las políticas de igualdad (entre personas de diferente orientación sexual) consideran que ese rechazo no es homofobia, sino simplemente una opinión igualmente respetable como la aprobación. Sin embargo parece indiscutible que todas las personas deben tener los mismos derechos sin distinción por razón de sexo o sexualidad, y por lo tanto negar ese reconocimiento sí parece ser una forma de homofobia.